jueves, 18 de abril de 2013

La caja de Pandora

Es ese momento, ese instante, ese cortar del viento. Una inspiración, un suspiro, un "déjate llevar", es lo que es y basta.
Un día pasa, y llega la noche, larga, de insomnio, sin sueños...con pesadillas, con temores, con la vida.
Otro día más, y la noche que no llega, de estrés, con sueño...con pesadillas reales, con felicidad, con la muerte acechando.
Una vida sin vivir, los minutos que te quedan, las miles y millones y billones de cosas que quieres hacer. Las cosas que no haces, las que no quieres hacer. La caja de cartón con fundas de discos, camisetas viejas, libros que no lees, películas que ya no valoras, toda una vida almacenada en una caja, todas esas experiencias que te arrancaron sonrisas y lágrimas.
No, no estoy de mudanza, es tan solo el recuerdo del ayer, del año que pasó, de esa etapa que nunca nunca nunca daba pasado.


Tu vida es un ente que viene y se va, es como una hoja en la corriente de un río, es arrastrada, pierde el rumbo, se resquebraja, pero vuelve al camino calmo.

miércoles, 3 de abril de 2013

DEJA QUE SE EXCITEN TUS OÍDOS II

Alguien me llamó, giré la cabeza era Dave.
-¡No viene Nuria!-me dijo con una ancha sonrisa.
-Ah...Guay, así nos relajamos un poco-le contesté.
Nuria es la profe de Historia, nos quedaríamos en el pasillo hasta que llegara el profesor de guardia y nos echara para dentro de la clase...
Dave, Maite, Andrea y Carla parloteaban al lado mía, las altas ventanas dejaban pasar mucha luz, tanta que molestaba en los ojos...
-Voy al baño-les dije.
Los baños del instituto son como los de las pelis de terror...Blancos, viejos, con grifería de la I Guerra Mundial, sin tapa en el retrete...Pero necesitaba estar un poco sola...Abrí la ventana y me apoyé en el hueco del alfeizar, que tenía el tamaño de un banco...Lo único que se oye en Plaza América es la Orquesta Sinfónica de La Ciudad, es decir, bocinazos, ambulancias, motores...Miré hacia abajo y no me asusté a pesar de estar prácticamente colgada en el aire a quince metros del suelo...
La piel se me puso de gallina, notaba una extraña presión en la nuca, como si alguien estuviera observándome...Me dí la vuelta muy rápido...
Me sobresalté de tal manera que estuve a punto de caerme por la ventana...
Un chico estaba allí quieto observándome...
-¿Sabes que es peligroso estar así sentada en la ventana?-me preguntó con una voz suave, fría, como muerta.
-¿Y tú sabes que este es el baño de chicas?-repliqué mientras cerraba la ventana.
El tío ni se movió.Me estaba irritando.Le clavé la mirada, ¿por qué no se iba?
-Oye, ¿quieres una foto?-le dije lo más seca y borde que pude.A los chicos últimamente no los soportaba.
Me dirigí hacia la puerta, pero el chico me agarró por el brazo izquierdo.¿Qué demonios estaba haciendo?
Entonces alcé la vista.No me había dado cuenta de lo bello que era.Tenía el pelo negro y revuelto, su nariz recta era como solemne y sus labios me recordaron a los de las esculturas griegas.Pero lo que más me impactaron fueron sus ojos, eran bonitos y brillantes, claros y oscuros, crueles y sinceros...
Su mano aflojó un poco, pero aún así no podía moverme.Agachó la cabeza y me susurró en el oído.
-Non digas que non ó desexas.Non podes ocultar que ferves por saber se é frío ou tempado. Non negues que tes a boca seca, que encrespousete o cabelo.Que queres sentila baixo a tua lingua, contra os teus dentes.Que morres polas rutas de pel y mans.Que non eres quen de pensar noutra cousa.Non digas que non ó desexas.
Todo tembló a mi alrededor.Cerré los ojos, pensando que me iba a desmallar.
Cuando los abrí de nuevo me encontré en mi habitación, con el despertador sonando con el clásico pi, pipi, pi...Lo apagué de un manotazo...
¡Menudo sueño!¿Que habría pasado si no sonora el despertador?
Volví a la cruda realidad, abandonando a aquel misterioso chico, de cuyo color de ojos no me acuerdo, pero si de sus palabras, porque las robó de un libro...