martes, 28 de agosto de 2012

Mio, solo mio.

De nuevo al final de otro día. 
Y no queda nada más que el llanto. Inmenso. La congoja, la soledad rodeada de personas. La vida, sin vivirla.
Un cerilla que enciende un nuevo cigarrillo, una calada más que mata mis ansias de ese algo que me carcome por dentro. ¿Es la esperanza?¿Es la desesperación?¿Cual nuevo sentimiento se abre a tajos por mi pecho?
La cabeza, me da vueltas, se hunde en mi ser y me duele cada nervio de mi mutilado ser. 
El llanto, ese llanto que se cuela por mi ventana, esa llamada a la compañía y la esperanza. Te tengo y no, pequeño.

viernes, 17 de agosto de 2012

Superhombres I

Nietzsche recuerdo que dejó escapar de sus labios la palabra "superhombre", creo que fue aquel día de abril cuando empecé a comprender un poco más mi mundo. Si, parece mentira que un trabajo de Filosofía obligatorio que me llevó un año de romperme la cabeza con un libro que servía para calzar la mesa me ayudara a comprender el extraño y caótico mundo de la Wirda de 15 años.
Sé perfectamente que Nietzsche no se refería al "superhombre" como lo hago yo, pero me gusta pensar que puedo filosofear sobre la amistad y el amor.
Bien, dicho esto, después de una quincena sola, sin comunicarme con el mundo y hecha una colilla me pregunto:¿y yo decía que tenía amigos?. Saben que estoy aquí, saben que estoy en un momento delicado, saben que no tengo las oportunidad maravillosas de ellos de ser feliz... y aquí estoy, colilla y media tirada en mi habitación, un viernes a las 00:30 en pleno verano con la única compañía de la música ni tan siquiera de un mísero porro que me aleje que la absurda realidad que estoy viviendo. Sin padres, sin amigos, sin vida.
¿Has tenido superhombres en tu vida Wirda?
Sí, pensé que tenía gente a mi alrededor que me harían mejor persona, pero no...me han convertido en una sombra de nuevo, en ese algo que se mueve debajo de piel que duele, que se retuerce que me hace fuerte y frágil a la vez.
Echo de menos mi puta estabilidad, fría, pero estabilidad. Las cadenas están rompiéndose.