jueves, 30 de mayo de 2013

El abismo del verano

Parece que fue hace mil años que no rondo por estos lares. Pero no. Es lo que tiene la época de exámenes, que te aturden. De ahí comentarios tan absurdos como: -Joder, es que con los exámenes y estudiar todo el día estoy desorientado (risas) -Tío, no mientas. No hicimos todavía ni un examen ni hemos estudiado nada.
Pero bueno, se supone que es nuestro trabajo, que es lo que queríamos hacer, que es nuestro futuro...y una mierda.
Además, en general la ilusión con la que empiezas un nuevo curso, o un nuevo cuadrimestre en todo caso, te la quitan en cuento oyes a algunos profesores vomitar datos como si fueran una grabación. Lo hacen sin pasión, sin conciencia de que están aquí para enseñar, no para aleccionar. Es cierto que hay otros profesores que deberían de ser tratados como Maestros, sí, usando la palabra de toda la vida. ¿Por qué?
Porque a pesar de los temarios insufribles que son imposibles de tratar en tres meses y medio de clases te enseñan a ver las cosas desde otra perspectiva. Es esa creatividad que te descubren en tu interior, esa vena crítica que habías olvidado que tenías.
Pero el mundo de ensueño cae en la oscuridad pronto. Porque suena el timbre de USC.NOTAS...ese mensaje de texto que no quieres abrir. Y cuando lo abres y ves APROB. ya te da igual la nota que has sacado, estás aprobado y punto.
Y es absurdo estar pensando todo el día en unas notas académicas que se reflejaran en tu expediente cuando parece que el mundo se debate ante la caída en un abismo sin fin o las llamas que lo acosan por la espalda. Oh, yeah.
De todos modos, no todo el mundo piensa estas cosas, algunos se debaten por cosas mucho más absurdas que las mías. ¿De verdad tantas vueltas le tienen que dar?Yo creo que la respuesta es fácil, coge la opción con la que te sientas más cómodo a largo plazo, pero claro, sacos de hormonas como somos no debemos de dejarnos llevar mucho por el calor del momento (véase momento como adolescencia). Venga, que no son problemas que son etapas, que no son decisiones son respuestas a los dilemas, que no son noches sin dormir son noches de creatividad.
Sí, no soy positiva ni ciertamente amable.
Pero cuando has caído tan bajo es difícil sin amable, positiva y ponerte en lugar de los demás. Lo bueno de cuando estás en lo más profundo del abismo es que sólo puedes subir, porque es casi imposible seguir descendiendo. Y no estoy deprimida, es un día de esos en los que estoy motivada. 
Ni brillo brillo yeah guay, ni nada. Ni vamos a llamar a papi y a mami para que me hagan sentir superior. Ni vamos a irnos de compras para ahogar las penas. Ni corre para otro sitio a ver si los problemas desaparecen. No.
Una cosa que he aprendido en estos dos años es que la mierda que llevas dentro aunque la intentes ventilar siempre va a oler, y que da igual que hables de tus problemas o que intentes solucionarlos, ignorarlos o sobrepasarlos de alguna manera. Se quedan pegados a tu piel y explotan cual bomba de nitroglicerina. Simplemente sólo tienes que decidir: correr o sentarte.
Correr para serenarte. Sentarte para esperar. De todas maneras el resultados será el mismo, sólo que en la primera opción tarda más en aparecer.
La vida de cada persona es una jodienda mental, no te metas en sus problemas y la tuya será más fácil; del mismo modo no dejes que otros entren en tu vida y sus problemas, no ayudan a la hora de tomar decisiones porque no son tu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario