El extraño efecto Coriolis en la vida

En este mundo incierto y salvaje, donde creemos tener el poder, la fuerza o el derecho de dominar las circunstancias encontramos fuerzas de la Naturaleza que van más allá de las leyes de la física, de la química, las matemáticas o la filosofía. La misma Historia nos muestra que la vida es cíclica, que se repite y que todo movimiento, pensamiento o hecho ya ha sucedido en algún lugar en determinado momento. Nosotros como seres "superiores" que nos creemos, abandonados en esta tierra o dejados al antojo del destino nos esforzamos por sentirnos especiales en cada momento, únicos en nuestras experiencias y vivos, vivos más allá de que nuestro corazón lata y nuestros pulmones se contraigan buscando oxígeno.

De todas maneras en mi fuero interno sé, puedo afirmar con absoluta firmeza, que no todas las experiencias son exactamente iguales, los individuos que las viven son diferentes, las causas y consecuencias son semejantes pero no iguales y los sentimientos que provocan son efímeros en tiempo y espacio.

Existe una fuerza o efecto llamada Coriolis hace que un objeto que se mueve sobre el radio de un disco en rotación tienda a acelerarse con respecto a ese disco según si el movimiento es hacia el eje de giro o alejándose de éste. Por el mismo principio, en el caso de una esfera en rotación, el movimiento de un objeto sobre los meridianos también presenta este efecto, ya que dicho movimiento reduce o incrementa la distancia respecto al eje de giro de la esfera. En Metereología el efecto Coriolis se describe como  el efecto debido al movimiento rotacional de la tierra, que se manifiesta en todo cuerpo en movimiento, de tal forma que lo desvía de su trayectoria recta; en el hemisferio norte la desviación ocurre hacia la derecha de la dirección del cuerpo y mientras que en el hemisferio sur la desviación es hacia la izquierda.

A veces me encuentro imaginando mi vida como masas de aire que buscan un lugar donde quedarse, que arrastradas de un lugar a otro por la inercia encuentran al fin su camino y que por una fuerza extraña se ven sometidas a un efecto todavía más extraño que las desvía de su trayectoria. De esta manera mis experiencias, mis conocimientos, mis sueños e incluso mis decisiones se ven alteradas y me encuentro de nuevo en el punto de partida de hace un año, con ánimos renovados y sintiéndome más yo que nunca. ¿Es eso la felicidad?