Que empiece a pensar que no estoy hecha de la pasta que se necesita para una relación no es algo nuevo.
El hecho de que empezáramos con mal pie ya decía mucho de como iban a ser los momentos venideros.
Pero no voy a ser yo la que niegue esos magníficos momentos en silencio a pesar de que él no los soportaba, no voy a mentir diciendo que odiaba que me llamara oscura golondrina, ni voy a engañarme a mi misma cuando terminé de recitar el poema de Neruda que comenzó él.
Pero todo eso no hice que yo sintiera eso mundial y fuerte llamado amor en mi interior y a pesar de intentarlo con ganas no había ganas de vernos, de quedar y hacer algo especial y diferente, ni tan siquiera había ganas de hablar.
Un punto y a parte, con un THE END muy en grande en la última línea centrada, que marca el inicio de un nuevo capítulo.
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